La propuesta interdisciplinaria “Agua Estelar”: un guiño al origen de la vida y el duelo

Por Sánchez García Alejandra Abigail

¿De dónde venimos? ¿hacia dónde vamos? y ¿Quiénes somos? Son el conjunto de preguntas que inspiraron la propuesta interdisciplinaria “Agua estelar”. Dentro de la obra se reúnen diferentes conceptos, desde la teoría del origen del agua en la tierra pasando por el duelo que provoca la muerte, hasta las incesantes dudas de la auto existencia. Todos estos conceptos se permean desde la perspectiva de una leyenda nahua acerca de los xochihua.

Esta pieza mezcla diferentes lenguajes y propuestas histriónicas es de la autoría de Hania Jiménez Dir. Esaú Corona y Mónica Riestra. La obra se ha presentado desde 2022 en diferentes teatros y foros de la Ciudad de México. Tratando que el elenco sea el mismo en todas las ocasiones. En esta ocasión fue presentada por los equilibristas escénicos Mónica Riestra, Ricardo Flores y Hania Jiménez Cía en el Foro cultural “A poco no” (República de Cuba 49, Centro Histórico de la Cdad. de México, Centro, Cuauhtémoc, 06010 Ciudad de México, CDMX).

Esta propuesta escénica se creó a través de un largo proceso creativo en el que se reunieron la poesía, las leyendas, danza, música y sobre todo, las luces. Ésta última herramienta en el escenario resulta de mucha importancia ya que no sólo sirve para ambientar el lugar, si no que funge el escenario en sí, se transforman de estrellas, a asteroides y también cuando es necesario en muebles. Recrean todo el tiempo los cambios de humor de los protagonistas: Citlali y Mixi.

En realidad, hay tres personas en el escenario todo el tiempo. Vemos a Citlali, una astrónoma de origen nahua, en un momento clave de su vida: la reciente muerte de su abuela y la premura de un artículo científico en torno a los meteoritos que debe corregir para llevar a cabo su publicación. La única herencia que tiene es Mixi, un gato misterioso que la rondará hasta enfrentarla a un recuerdo de la infancia en el que vio cómo su abuela se convertía en estrella fugaz. Mientras se vive el conflicto principal, un hombre ambienta la escena con el cálido sonido del contrabajo.

Del origen del agua a los Xochihuas

Después de que la pieza se revela ante el publico desde la perspectiva profesional de Citlali y su intento infortunado para participar en una revista con un articulo científico sobre astronomía. Deja saber al público de que va la investigación, es acerca de los meteoritos y su relación con el origen del agua en suelos terrestres. Diversos científicos han propuesto diversas teorías para explicar la existencia del agua en la Tierra. Algunos sospechan que el agua pudo haber estado aquí desde el principio, mientras que otros sostienen que llegó a bordo de esos grandes bloques de hielos que son los cometas.

Sin embargo, la hipótesis que está creciendo en popularidad, y que este nuevo  estudio respalda, es que pudo venir a través de los asteroides, en particular de los llamados condritas carbonáceas. Naturalmente, esto no explicaría la existencia de toda el agua de la Tierra, pero sí en su mayoría. Sobre esta primicia la protagonista hace una introspección acerca de su propia vida y hace una alegoría acerca del origen de la vida (y por ende de la vida) y el origen de uno mismo. El duelo acerca de la pérdida de su abuela es lo que la hace entrar en estas cavilaciones, el ciclo interminable de que todo lo que tiene un inicio, tiene un final.

Todo transcurre en un sinfín de movimientos de luces y el sonido penetrante del contrabajo, mientras Citlali está hundida en sus pensamientos, la gata Mixi forma una relación estrecha con la soledad o los fantasmas del pasado, que es representado por quien toca aquel instrumento, la interacción se alarga hasta llegar a una danza violenta entre las protagonistas, un baile que se da en forma de regaño de Citali a Mixi mientras suena de fondo una música de origen nahua.

Es aquí dónde entra en la interacción los la leyenda nahua de los Xochihuas. Esta narración prehispánica se refiere a los hombres que “portan una flor”. Literalmente significa “el que porta la flor”. De acuerdo con Sahagún, “el xochihua se vestía como mujer, hablaba como mujer, corrompía, confundía y engañaba a las personas y poseía la flor”. El tema de la homosexualidad no se abarca en la obra, sin embargo, el origen nahua y las flores son lo que enmarcan la obra.

Toda perdida es un duelo

Otros de los factores claves de la obra es la perdida que tiene Citlali. Su abuela acaba de morir dejándole únicamente como herencia a la gata Mixi, su única compañía en el duelo que vive. El público se puede enterar de esto, después de una llamada que recibe la protagonista avisándole que necesita ir por el resto de las cosas de la abuela. En ese momento empieza un dialogo en primera persona hablando mitología y visiones nahuas acerca de la muerte y de como quien se van, nunca se van, se quedan en esos recuerdos y regalos que dejan a quienes se quedad. Se vuelve entonces la gatita Mixi la representación terrestre de la abuela.

El ambiente se vuelve fúnebre ya que no sólo está viviendo el duelo de la muerte de su abuela, si no que vive el duelo acerca de haber perdido la oportunidad de publica su artículo. Toda perdida es un duelo. Es fácil de entender la posición en la que se encuentra la protagonista, pues las luces por primera vez se apagan y el ambiente se vuelve únicamente oscuro.

La desesperanza, la tristeza y el duelo se palpan, el contrabajo tampoco toca, la gata duerme y Citlali a dejado sus cavilaciones sobre los orígenes, a sólo pensar en los finales. Posteriormente el ambiente se vuelve onírico y la danza vuelve a entrar en escena. Se puede entender que después de la perdida viene un halo de luz pues únicamente se ve un hilo de luz y hay una referencia a una especie de diosa prehispánica sobre la luna, tal vez Meztli.

Es aquí donde se comienza el final de la obra, cuando se le da una segunda oportunidad a Citlali de volver a enviar su articulo para que en el próximo año se pueda publicar y además ella comienza a entender el sentimiento de duelo como una consolidación de uno mismo, a este mundo venimos a sufrir, a sufrir y a perseverar.