Jugando la historia antigua: La serie Total War
Por Jorge Isaac García Nava
Hace unos días, un buen amigo mío me hizo un regalo genial y eso me lanzó en un viaje a bordo del tren de pensamiento que me dejó en la estación de los recuerdos; Aquí me reencontrarse con la serie de juegos Total War que para muchos (como fue el caso del autor de este artículo) fue un punto de entrada a ciertos eventos históricos y sigue siendo, creo yo, el mejor ejemplo de como un videojuego puede ser usado como recurso educativo.

La serie de juegos pertenece y es desarrollada por Creative Assembly Limited, lanzando su primer título llamado “Shogun: Total War” el año 2000 y se centraba en el periodo feudal en Japón, luego continuaron con “Medieval: Total War” en 2002, que no representaba un gran mejora respecto a su antecesor, solo un cambio de escenario y de imágenes ya que nos arrastra hasta Europa en plena Edad Media, vives eventos como la peste negra, la reconquista de España y, claro, las cruzadas. Sin embargo el siguiente título de la serie, lanzado en 2004, fue el que despegó todo: “Rome: Total War”.
Cada uno de estos juegos se centra en un periodo histórico y coloca al jugador en el sillón del estadista y en la silla del general, permitiendo tomar decisiones administrativas en el modo campaña pero también diseñar la estrategia en el campo de batalla en ese modo de juego, de hecho en los juegos más modernos se pueden librar batallas en tierra y en agua. Algunos personajes que aparecen a lo largo del juego son famosos: Aníbal de la Segunda Guerra Púnica o prácticamente todos los personajes de Napoleón: Total War. El más difícil de todos sigue siendo, en mi opinión, el Almirante Horatio Nelson.

Muchos de los títulos de la serie merecen ser mencionados, algunos por ser infames pero algunos otros por todo lo contrario. En la humilde opinión del escritor del presente, el mejor de los títulos es hasta hoy el Rome: Total War. Este juego fue declarado el mejor juego de estrategia del año y obtuvo calificaciones casi perfectas en todos los sitios que dan su opinión, además sentó las bases sobre las que se harían los demás juegos de la serie. Fue tan bueno que, usando el motor del juego, se hicieron dos programas de televisión por la BBC: Time Commanders y Decisive Battles, los cuales pueden encontrar en Youtube.
Vamos a dedicar este espacio solamente a Rome Total War por dos motivos: es el primero cronológicamente, aunque ya puedo escuchar las voces que claman por Total War Saga: Troy, pero la Guerra de Troya dibujada en el juego es más cercana a la fuente homérica y no a los escasos registros históricos y arqueológicos; También algunos dirían que la expansión de Alejandro Magno es anterior y sí, claro, pero es una expansión al mismo juego de Rome: Total War.

Rome: Total War es un juego fácil entender y que muchas computadores presentes pueden correr en sus gráficas máximas. Paradójicamente requiere bastante tiempo para volverse experto, algo que un jugador dedicado puede disfrutar. Las gráficas ya están viejas (tiene casi 20 años) aunque el 29 de abril de 2021 se lanzó una versión remasterizada del juego que realmente parece haber actualizado las gráficas y algunos problemas menores sin afectar el espíritu del juego. El mapa de campaña de Rome: Total War es históricamente correcto al inicio una nueva partida aunque al ser un juego y no un estudio histórico los desarrolladores se tomaron algunas libertades que deben ser notadas: las polis griegas aparecen como una sola facción, lo mismo ocurre con todas las “civilizaciones bárbaras”, por otro lado, Roma aparece como dividida en 4 partes, una por el senado y tres familias romanas (Julios, Brutos y Escipiones) que a pesar de ser familias históricamente existentes, no controlaban terreno y tropas de forma independiente, aunque es una buena forma de explicar la lucha de poder entre patricios. También la situación geopolítica es buena y ciertos territorios son rápidamente disputados por varias facciones, como Sicilia por los griegos, romanos y cartagineses.

Y la campaña misma es interesante ya que te obliga a pensar en estrategia y administración, ya que debes decidir que territorios serán motores económicos, cuales militares, cuales requieren defensa y otros que requieren atención especial, como una población de “rebeldes” más grande y fastidiosa, pero solamente representa la mitad del juego ya que las batallas son la otra cara de la moneda y la más popular para juegos multijugador; una vez que dos fuerzas militares se encuentran en algún lugar del mapa, se hace un acercamiento al terreno y el jugador puede experimentar una batalla como el general en jefe. El objetivo de estas batallas es destruir o ahuyentar a las unidades enemigas, aunque hay elementos que se deben considerar como: terreno, clima, presencia del comandante, tipo y experiencia de la unidad. El jugador decide que táctica utilizará para derrotar al ejército contrario pero se encontrará con que los principios de la guerra de Clausewitz serán aplicados a lo largo del encuentro.
Al final, creo que la serie de juego Total War podría volverse una herramienta absolutamente genial y útil para mostrar, de una manera más práctica, preceptos de la historia. La arquitectura de algunos edificios, la vestimenta y armas de los personajes, las formaciones militares entre otras son parte importante de entender la historia y se nota que los creadores del juego hicieron su tarea en detallar todos estos, y otros, aspectos del juego. Claro que puede ser mejorado y algunos mods (programas que modifican el juego) han completado lo que a los desarrolladores se les escapó. Este programa no es solo un juego sino que, en manos de un profesor creativo se puede convertir en una herramienta lúdica y que además tiene el agregado de poder ser usado en línea. La BBC lo vio hace tiempo pero ¿podremos pensar nosotros en una forma de tomar este juego y crear una nueva forma de educar con tecnología? Tenemos que comenzar a pensar en una respuesta a esa pregunta porque la edad digital ya está aquí.
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