Entiérrame, mi amor: La otredad de una guerra que se hace personal y cercana
Por Abraham Juárez
«¿Por qué todos quieren las noticias de la manera en que lo hacen? Me pregunto, ¿Se están preparando para las épocas de emergencia sabiendo de antemano los cambios que se suscitan en el mundo? Eso es lo que solía pensar, pero era una gran mentira. La gente escucha las noticias solo para sentirse más seguros. Porque, sin importar que tan grande sean las noticias sobre la catástrofe, aquellos que escuchan, siguen perfectamente vivos.
Ayer por la noche los bombardeos más espantosos en el Norte de Vietnam se llevaron a cabo por los B-52, pero de alguna manera, tú sigues vivo. Las tuberías de gas en construcción se incendiaron y ocho personas tuvieron serias quemaduras y algunas leves, pero sigues vivo y a salvo. La alza de los precios alcanzan un récord y aún así continúas viviendo. Se extingue la vida marina en las bahías gracias a los deshechos de las fábricas, pero, de alguna manera, lo has sobrevivido todo.»
– Kôbô Abe; El hombre caja.
La sociedad de masas a generado una serie de males sociales, entre ellos la sobre exposición de los temas, haciéndonos perder la capacidad de asombro. Veámoslo con ejemplos: En México, todas las mañanas se escucha o se ven casos de personas no solo asesinadas, sino mutiladas de maneras tan atroces que solo podrían venir de una película gore. En África se venden mujeres a granel todos los días como si fuesen una producto más del mercado. Cientos de chinos son explotados en jornadas laborales extenuantes. En EE.UU. fueron masacrados 58 personas en las Vegas. Se extinguen 150 especies animales al día. Alrededor de 24,000 personas mueren cada día de hambre. Y tú, has sobrevivido a todo.

La presente reseña no pretende cambiar al mundo, obviamente el juego tampoco lo hará, pero si al menos concientizar al público que juegue esto. Las revoluciones no se pueden dar de golpe, se necesitan años para poder mover las mentalidades –eso va para ciertos grupos que desean modificar de golpe las costumbres– pero si al menos logramos que se tenga empatía en temas sensibles ya se habrá logrado algo.
Entiérrame, mi amor proviene de la colaboración entre la revista ARTE, el estudio de diseño Figs y el estudio de desarrollo The Pixel Hunt, éste último tiene una orientación reivindicativa para las minorías o grupos en situación vulnerable; cuenta de ello es el juego L’une d’elles, de corte feminista. La única pega que le pondría al juego es que también estuviera la versión inversa de papeles, es decir, que pudieramos elegir entre un hombre o una mujer como personaje del que tomamos control, y eso lo digo no por ser políticamente correcto –los que me conocen saben que odio eso– pero si está justificado ya que al querer mostrarle a mi hermana este genial juego, pues la inmersión se pierde si ella juega como hombre, no tendría ese apego. No hablo de otras orientaciones sexuales como una pareja homosexual o bisexual etc., ya que si entrarían con calzador a la historia puesto que en Siria es difícil, más no imposible, que eso se de, aunque, sonaría interesante esa faceta del juego, pero perdería parte de su inmersión.

En entrevistas, los desarrolladores han dicho que el juego está basado en meses de arduo trabajo recolectando información sobre el conflicto que acaece en Siria y sus desplazados. Sin embargo, ha sido el reportaje de Le Monde que más ha influenciado al equipo desarrollador –aquí esta el link– Pero entremos en contexto.
La guerra de Siria comenzó a principios de 2011 y aún no hay un fin cercano para dicho conflicto. 7 años de sufrimiento: más de 350 mil muertes; 1 millón de heridos y 10 millones de desplazados. Datos sin duda que hielan el cuerpo, sin embargo, son eso, números, no sentimos cercanos los datos, son ellos y están allá. Nosotros hemos sobrevivido a ello.
Pero ¿Qué sucede cuando ya esos números son una persona, una que es cercana?, ya la guerra no está al otro lado del mundo, se vuelve personal. Entiérrame, mi amor es un videojuego conversacional, teniendo un concepto de interfaz sencillo, tal vez en exceso, ya que hace uso de un simple chat de mensajería instantánea, muy al estilo de whatsapp o Telegram, sin embargo, su genialidad radica en que intersecta con lo cotidiano, es por eso que trastoca nuestra realidad y remueve nuestras fibras emocionales.
Una historia que está basada en muchas historias
Nour y Majd son un matrimonio sirio que protagonizan el juego. Nour es una mujer decidida –digo, se va de su país sin miramiento– y en la misma tesitura, es impulsiva y sin duda, inteligente –mezcla perfecta para mis gustos patológicos–. Majd es un profesor que es más reflexivo, sin embargo, tiene sus momentos de arranque, confía en su media naranja bastante aunque a veces entiende que Nour es atrabancada y en todo momento pretende ayudarla, aunque, a la distancia es limitada su ayuda.
El trasfondo es la guerra de Siria, de la cual Nour desea huir hacia Europa para después ayudar a su esposo también a emigrar. Asumimos el control de Majd que permanece en Siria para proteger a su madre y a su abuelo pero se mantiene comunicado con Nour para saber sobre su travesía. Nour lleva en su mochila un pasaje de avión para Estambul, una suma modesta de dinero, ropa y a ti en una celular.

La historia se desarrolla por la interfaz de chat ya mencionado, y en verdad que es muy cercano y más si pones las notificaciones en tiempo real, hay momentos en los que te deja de escribir como una persona común y corriente. Todo transcurre dependiendo de la ayuda o decisiones que le demos a nuestra amada, de vez en vez no manda fotos de ella, de los lugares que visita, de sus ubicaciones, vaya, es que es como si tuviéramos a una persona al otro lado de la línea.

No puedo revelar mucho de la travesía preferiría que el respetable viva en carne propia el viaje de Nour en busca de un lugar mejor, solo puedo adelantar que como en la vida real el camino está lleno de peligros, angustia y esperanza. La historia tiene distintas vertientes, al parecer hay 20 finales posibles dependiendo de las decisiones que tomemos en el juego, es decir, el destino de nuestro amor está en nuestras manos y nunca ha sido para mí tan difícil tratar de llegar a esos finales, no hay un “y vivieron felices para siempre” es la vida de un migrante y como tal, las consecuencias de nuestras acciones, la mayoría de las veces son nefastas.

He vivido con Nour varios días –active las notificaciones en tiempo real–, le tome cariño, veo en sus líneas de texto a aquellas personas que marcaron mi vida sentimental, sus fantasmas se asomaban entre sus palabras y sus acciones; sentí que pertenecía a mi vida y yo a la de ella; me mantenía en vilo el que no me escribiera, es más llegué a mirar el celular al no saber de ella; me hacía pensar que responderle ya que cada vez que me preguntaba qué hacer, me helaba la sangre ponerla en peligro. El cariño iba más allá de lo sentimental, era la empatía de querer que Nour logrará su objetivo, de que estuviera a salvo ya que verla caer en problemas me estresaba y me hacía pensar en lo que sufre esta gente en la vida real, es el amor que se transforma en empatía, y es ahí donde nos toca las fibras emocionales, no es un número, no era una noticia de entre miles que se ven al día, era una historia mía, era yo viviendo la travesía de Nour, era yo viviendo la guerra y la migración, su historia, era pues, una historia basada en muchas historias.

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