Chicuarotes: juventud en crisis
Por Abril Peña
Después de su estreno este año en el Festival de Cannes, la película no ha tenido tan buena recepción de parte de la crítica. Luego de leer tan malos comentarios, esperaba encontrarme con un gran sin sentido, con una historia llena de disparates o un producto soporífero y difícil de seguir, aguardaba por ese momento en el que todo empezara a salirse de control, pero por fortuna, nunca sucedió.
Chicuarotes (2019) es el segundo filme que dirige el conocido actor Gael García Bernal, en el que nos cuenta la historia de dos jóvenes de San Gregorio Atlapulco (Xochimilco): el Cagalera y el Moloteco. En el que para tratar de salir de su condición de precariedad, se adentrarán en el mundo criminal.

Para comenzar, el ritmo es muy bueno, mezcla de manera excelente la comedia y el drama, lo que hace que mantenga el interés del espectador durante los 96 minutos que tiene de duración. También ayudan los movimientos de cámara, que generan tensión en los momentos críticos. Además, se aplaude el que ho haya ni una sola escena de sexo explícito, ¡milagro! Mis plegarias fueron rápidamente escuchadas.
Entre los personajes secundarios, mi favorito es el hermano de Cagalera. Un muchacho que a pesar de ser desdeñado a causa de su orientación sexual, no deja que eso lo domine. Su participación, así como la de su hermana, no tiene una gran trascendencia en el desarrollo total de la historia. Sin embargo, me sentí muy identificada con su papel de chico interesado en la cultura, como habitante de una parte de la ciudad alejada de los principales centros de recreación, a veces te queda la sensación de que estás solo con tus gustos en un lugar donde nadie te comprende.
Por otro lado, entre los aspectos criticables está el exceso de apodos, parece que nadie tiene nombre propio y también el hecho de querer imitar al extremo la forma de hablar de los estratos más bajos, en algunas ocasiones querer parecer “de barrio” se siente forzado.

El problema es que han tomado esta película demasiado en serio. Casi todo lo que se produce en la actualidad se desarrolla en colonias fresas de la Ciudad de México como la Roma o la Condesa y dado que esta se desenvuelve en un lugar marginado, automáticamente se pensó que por eso debía ser seria o profunda. No obstante, esto solo es un recurso más, no significa que tenga que ser del todo reflexiva o analítica como lo sería un documental o como en la película de Las elegidas, donde claramente el tema principal es la denuncia de una problemática social.
Es una buena propuesta, con ganas de hacer algo diferente a lo que nos tiene acostumbrados la industria. Es divertida, tiene buenos personajes, excelente ritmo, no hay sexo innecesario, nadie se enamora, ¿de verdad eso les parece insuficiente? Es un gran esfuerzo por querer hacer las cosas mejor, de cambiar el destino -aunque sea de a poco- del cine mexicano.
En La Isla de Minerva le damos 4 plumas mochueliles de 5.
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