Los orígenes de la Navidad. Parte 3: Antigua Roma
Por Jorge Isaac García Nava
Entre julio y agosto, en Grecia (específicamente el Ática) se celebraba la Kronia, fiesta de inicio de cosecha pero también una remembranza de un tiempo mejor, una época dorada, una utopía a la que no regresaremos jamás, un momento donde todo era más justo e igualitario. Debido a esta idea de igualdad se presentaba un “juego de roles”, una inversión de papeles sociales que era parte de lo divertido de la celebración, un momento donde se pueden olvidar las expectativas que se tienen de cada quien y solamente dejarse llevar por la fiesta; Mijail Bajtin, que escribió una magnifica tesis doctoral donde nos habla acerca del carnaval en la Edad Media y creo que algunas ideas, específicamente:
El carácter unilateral y exclusivista de esta seriedad [la seriedad impecable del culto y la cosmovisión cristianos] necesitaba una válvula de escape para la «segunda naturaleza humana», es decir la bufonería y la risa. Esta es la misión de la fiesta de los locos «al menos una vez al año», en cuya ocasión la risa y el principio material y corporal asociados a ésta se expresaban libremente. (pág. 61)
Así como Bajtin nos explica porque era importante el carnaval medieval para la población civil, podemos extrapolar esa “válvula de escape” social a los esclavos y amos de Grecia. Esta celebración curiosa de cambio de roles, donde los esclavos se vuelven amos y los amos esclavos por un día fue tomada por los romanos. Aunque no estamos seguros de la fecha cuando esto ocurrió, posiblemente fue cuando los romanos invaden y establecen puntos de control en la zona llamada Iliria durante las Guerras Iliricas en el 200 a.e.c. La Iliria romana se compone de lo que hoy es Albania, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia. Parte de este territorio, especialmente hacia el sur, eran territorios griegos y es posible asumir que fue en este periodo donde se dio el primer contacto con la Kronia.

Sin embargo, la Kronia es una ceremonia en honor a Cronos (¿qué sorpresa no?) y esta deidad tiene su equivalente romano en Saturno, de ahí que las fiestas lleven el nombre de Saturnales. Si tú, estimado lector, haces una búsqueda de Saturnales, seguramente el motor de búsqueda te dé como resultado “saturnalia” y no está mal, el problema es que hay más de una celebración con ese nombre, por eso es importante decir que voy a llamarles Saturnales de ahora en adelante y aunque explicaremos cuando existen otras saturnalias, para evitar confusión a la celebración que da origen a la Navidad le llamaré “Saturnales”.
Antes de hablar de la fecha y la celebración, vale la pena hacer una nota acerca de la religiosidad romana, que es muy distinta a las formas modernas de religiosidad; Juan Garay nos explica que la religión romana era una vinculación directa entre hombres y dioses, que los dies festus eran días libres, lo que nosotros entendemos como días festivos pero para ellos eran, literalmente, sagrados. Las celebraciones, por extrañas que sean, son los actos que reviven y reconstruyen los vínculos con la divinidad, son necesarios para que la vida continúe y por tanto es deber cívico y civil. Si a esto le agregamos el factor de Bajtín, la “válvula de escape”, tenemos a una sociedad que necesita y demanda el cumplimiento cabal de los días festivos, los sigue a pie de la letra y es una de las facetas de la vida pública que el Estado observa con lujo de detalle.
Entonces, regresando a las Saturnales, que por cierto es una traducción (obvio) y viene de Saturnalium, Saturnaliorum o en todo caso Saturnaliorum dies, ambos términos explicados por Macrobio y en la magnífica introducción a las Saturnales del mismo autor hecha por Fernando Navarro Antolín nos dice que se celebraban oficialmente el 17 de diciembre, y parte de la ceremonia incluía sacrificios animales y un banquete público. Esta parranda se volvió tan popular que se extendió, primero de forma popular, hasta el día 23 de diciembre y que luego las autoridades tuvieron que dejar el número oficial en 5 días.
Este mismo traductor nos explica que “probablemente en sus orígenes, las Saturnales fueron la fiesta de finalización de los trabajos de campo, celebrada tras la conclusión de la siembra” (pág. 9) y aquí regresamos a la importancia del mundo agrícola: Dummuzi es el pastor, con su muerte llega el invierno, Cronos es el agricultor, la representación del tiempo de cosecha y Saturno, que también está asociado con la agricultura, tiene un origen interesante.
Es momento de otro mito:
Las tierras que llevan por nombre Italia fueron gobernadas por Jano y Cameses, ambos nativos de estas tierras y compartían el poder (aunque algunos dicen que Cameses era en realidad hermana y esposa de Jano y de hecho habían engendrado un hijo, que murió en esta tierra, su nombre era Tíber). Jano es el dios de los comienzos, guardián del Estado y se dice que tenía dos rostros, por lo cual podía ver lo que pasaba frente y detrás de él. Podía ver el futuro y conoce el pasado.
Jano concentró el poder y dio la bienvenida a Italia a un viajero del mar, este viajero llevaba por nombre Saturno. En agradecimiento por haberlo recibido, Saturno le enseño las artes de la agricultura y Jano, por su parte, como recompensa le asoció al trono y compartieron el poder en armonía. Debido a sus acciones les concedieron lugares juntos en el calendario: Jano, dios de los comienzos le da su nombre a Enero (en latín es Ianuarius que en español derivó en janeiro, janero y, finalmente, enero) y Saturno obtiene el mes de diciembre, unidos para toda la eternidad.
Pero, Saturno desapareció un día y en su honor, Jano le llamo a la tierra que dominaba Saturnia y luego instauro una celebración a la que llamó Saturnales, donde se celebra a Saturno como aquel que mejora la vida y se le añadió como símbolo una hoz.
El reinado de Jano fue largo, próspero y feliz “no solo por la abundancia sino sobre todo porque no había aún diferencia entre esclavos y hombres libres” (Macrobio. I, 26. Pág. 148)

Aquí termina el mito de Jano y Saturno; podemos notar algunas similitudes con Cronos como la hoz como su símbolo o la agricultura como su regalo, sin embargo existe una lectura más profunda: Saturno llegó desde el mar, lo que significa que no es nativo de Italia ¿Qué significa esto? Yo opino que es la explicación que se hacen los romanos acerca de la importación del conocimiento. Posiblemente saben que la agricultura no es invención suya, sino que vino del mar ¿posiblemente de Babilonia? Tal vez, pero no lo creo, sin embargo, si fue mostrado por algún griego entonces aun así vendría por mar y seguiría siendo del este. En realidad no lo sabemos, es un mito y eso es lo hermoso de los mitos, su interpretación es abierta.
Sin embargo Macrobio nos cuenta otros dos mitos fundacionales acerca de las Saturnales:
El primero nos cuenta que Hércules, en su camino de vuelta después de completar una de las doce labores, específicamente de robar los toros de Gerión, dejó en Italia a algunos hombres, ya sea por enojo o ya sea para cuidar su templo, pero un día, estos hombres se vieron bajo ataque de bandidos y decidieron ocupar una alta colina de nombre Saturno, por ello recibieron el nombre de saturnios. Fueron ellos quienes instituyeron las Saturnales “con la intención de que la propia observancia de una fiesta oficialmente declarada exhortara a los ánimos salvajes de sus vecinos a una mayor veneración por el culto”.
El segundo mito también involucra a Hércules y nos cuenta que los pelasgos, ancestros de los griegos, cuando fueron expulsados de sus dominios acudieron con un oráculo quien les dijo que debían buscar la tierra de Saturno de nombre Cótila, donde flota una isla y cuando la encuentren, envíen un diezmo al dios Apolo, las cabezas a Hades y un hombre a su padre (Cronos). Su viaje fue largo y complicado pero llegaron al Lacio y en el lago de Cutilias descubrieron una isla de hierba que vagaba errante. Asesinaron a los locales y ocuparon la zona. Siguieron las instrucciones del oráculo, guardaron el diezmo, en un santuario a Hades colocaban cabezas humanas y en un altar a Cronos se sacrificaba un hombre en unas ceremonias llamadas Saturnales ya que la instrucción del oráculo era “envíen las cabezas a Hades y un hombre a su padre”. Por años esto se hizo así. Pero Hércules, en su camino de regreso del mismo asunto de los toros de Gerión, persuadió a los descendiente de los pelasgos a cambiar las macabras ofrendes por unas más simple: cabezas talladas en lugar de humanas y luces en lugar de cuerpos ya que phota significa “hombre” o “luz”. De aquí viene la tradición de regalar velas durante las Saturnales.

Estos dos últimos mitos son más claros aún y si esto fuera creído o conocido por romanos (queda la duda ya que el mismo Macrobio dice que estos mitos no son de dominio popular) entonces Hércules, que no es más que la traslación del griego Heracles, es el origen de las fiestas y esto le da un enlace directo con el mundo griego, lo que soporta la idea de que los romanos tomaron las Saturnales directamente de los griegos, del equivalente a Saturno, de Cronos, ósea, La Kronia.
Pero, sea como sea, las Saturnales se celebraban en Roma y el Imperio por dos motivos: Era la ceremonia a Saturno en diciembre y el segundo fue establecido cerca del siglo III por el emperador Aureliano y era para celebrar triunfos militares, aunque este motivo está más relacionado al culto de Sol Invictus.
Mencionaré rápidamente que esta segunda celebración involucra una serie de juegos, carreras en su gran mayoría aunque algunos combates gladiatoriales también se celebraban y esta nueva serie de Saturnales. Ya como nombre de fiesta y en honor a Sol se celebraban cada cuatro años del año 274 e.c. en adelante.
Sin embargo es la primera la que nos llama la atención, la forma de celebración ciertamente era algo curioso y, sin embargo, algunas de estas cosas aún se hacen en nuestros días:
- Había una cambio en los roles sociales, como en la Kronia. Durante este tiempo los esclavos se volvían los maestros, hasta cierto punto, y se les permitía descansar, beber y divertirse, mientras que los amos se divertían haciendo los mandados y las labores domésticas. Este cambio de roles incluso iba más allá y se le permitía a ciertas clases sociales usar ropa que no les correspondía, ropa que usualmente demostrara tu lugar en la sociedad, por ejemplo, una liberta casada (esclava libre) podría usar el atuendo de una matrona romana sin caer en un delito, lo cual estaba prohibido en otro momento.
- Había un gran banquete público, era la ocasión perfecta para que un edil, un joven aristócrata que apenas comenzaba su carrera pudiera ganarse a la gente, sería recordado o repudiado según lo bueno o malo que fuera el banquete. Durante este banquete, se usaba un gorro llamado pilleus. Que usualmente eran símbolos de libertad, igual que el gorro frigio. Esto significaba que todos eran libres, al menos por el momento. También se elegía un Princeps Saturnalicus, una especie de rey del carnaval, que sería ritualisticamente destituido al final, como en la ceremonia en Sumeria. Se permitía apostar, cuando las apuestas estaban prohibidas, y las borracheras eran comunes.
- En el ámbito particular, se sentaban a la mesa tanto esclavos como amos y se intercambiaban regalos, al ser una ceremonia con cambio de rol pero al mismo tiempo una ceremonia religiosa, ocurría algo curioso que recuerda a uno de los mitos: se regalaban velas llamadas cerei y figurillas talladas o regalos satíricos llamados sigillaria. Las casas eran adornadas con árboles de hoja perenne (como el pino o el ciprés) y velas. En las casas, se podía esperar que los niños o, en ciertos casos amigos del pater familias, entretuvieran a aquellos que forman parte de la cena familiar.
En la ciudad Libia de Cirene se celebraba usando coronas de higos frescos y se regalan pasteles, ya que, por algún motivo que no he localizado pero me da la impresión que están haciendo una analogía con Baal Hammon, para ellos Saturno es el portador de miel y frutos.
Aún nos quedan por describir algunos rituales y formas de celebración, al final estas fiestas duraban una semana pero voy a contarles un par de cosas más en el siguiente y último artículo, donde también analizaremos el paso de la ceremonia por el culto a Sol Invictus y como todo esto que hemos dicho termina en la Navidad.
Dato curioso: Otro regalo de Saturno a Jano fue la acuñación de monedas, entonces por esta leyenda los romanos acuñaban en sus primeras monedas de cobre la cabeza de Jano por un lado y la barca de Saturno por el otro. Macrobio nos dice que un juego era “caput aut navis” (cabeza o nave) que nosotros, al menos en México, conocemos como “volado”, donde lanzaban una moneda y trataban de adivinar que iba a caer, se podían jugar apuestas de este modo.

Referencias
- Bajtin, M. (2005). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. Versión de Julio Forcat y César Conroy (3rd ed.). Alianza Editorial.
- Garay Toboso, J. (2002). La participación de los esclavos en las fiestas del calendario romano (Doctorado). Universidad Complutense de Madrid.
- Keith, A. (1915). The Saturnalia and the Mahāvrata. Journal of The Royal Asiatic Society Of Great Britain & Ireland, 47(1), 133-138. https://doi.org/10.1017/s0035869x00047912
- Macrobio, A., Trad. Navarro Antolín, F. (2010). Saturnales. Gredos.
- Molina Torres, M. (2020). The religious sphere of Roman women: public vs private space. Revista Arenal Estudios, (25:1). Consultado 20 Diciembre 2020, desde https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6467287.pdf.
- Standhartinger, A. (2012). The Saturnalia in Creco-Roman Culture. In D. Smith & H. Taussig, Meals in the Early Christian World. Social Formation, Experimentation, and Conflict at the Table (1st ed., pp. 179-189). Palgrave Macmillan. Consultado 20 Diciembre 2020, desde https://www.researchgate.net/publication/304773505.
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