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Relación tiempo-dinero. Un cambio es necesario

Por Jorge Isaac García Nava

Hagamos una pausa de biografías y vamos a cambiar el enfoque completamente. Hace unos días tuve una discusión con un amigo y me hizo retomar el tema del que me gustaría hablar hoy. En su Contribución a la crítica de la economía política Marx dice “La teoría del tiempo de trabajo en cuanto unidad directa de medida del dinero fue sistemáticamente desarrollada. Por primera vez, por John Gray” (Marx, 2008, pág. 70). Con esto hace referencia a la obra El sistema social: un tratado del principio de intercambio de John Gray, impresa en Edimburgo en 1831 donde expone una serie de ideas realmente novedosas respecto a la producción, intercambio y relaciones sociales capitalistas. A lo largo del presente trabajo vamos a mostrar las ideas que Gray expone, la innovación que ellas mismas representan, pero también los riesgos que posiblemente traería consigo el implementarlas dentro de la sociedad contemporánea, usaremos como ayuda la crítica misma de Marx a esta obra

Karl Marx, fuente de conocimiento.

Antes de saltar directo a la crítica de Gray tenemos que entender de donde viene y a que corriente se adhiere. De acuerdo con su biografía en The History of Economic Thought (Fonseca, n.d.), Gray es un “socialista ricardiano inglés, nacido en 1799, que en 1815 se unió a una colonia del socialista-utopista Robert Owen pero terminó decepcionado. Se mudó a Edimburgo y murió entre 1850 a 1883.” Posiblemente sea más esclarecedor su propia autobiografía en el apéndice de la misma obra (Gray, pp. 337-374) donde explica, sin decirlo, que su experiencia en la colonia marcó su pensamiento tanto como su fallido intento de vida en Londres. Parece que es un miembro más bien reluctante del grupo de los socialistas, se definiría más bien como un hombre práctico que aprende lecciones de sus experiencias y espera encontrar una respuesta a los problemas económicos del mundo.

El siguiente punto es analizar directamente la obra. El objetivo de la misma es claro ya que autor lo dice al inicio del capítulo 2: “[…] que la producción se convierta en la causa uniforme y nunca faltante de demanda o, en otras palabras, que vender por dinero sea, en todo momento, tan fácil como comprar con dinero” (Gray, p. 16). Es posible que sea más sencillo de entender como la demostración que una producción de bienes debe ser igual a la demanda y esta debe ser alcanzable y pagable por todos para permitir la continuación de la misma.

La forma en la que Gray ve sus obras

Lo que discute en la obra es que la obtención de dinero, entendido como la representación física de riqueza, es algo malo (Gray, p. 24). No hablamos de la búsqueda de riqueza, lo cual es natural al hombre, sino al sistema de intercambio con base en dinero resultante de la sociedad capitalista-mercantilista. Como respuesta a este problema Gray propone que la creación y consumo o destrucción de bienes y dinero procedan al mismo tiempo.

Es necesario no confundir los términos antes descritos, Gray solo ataca el dinero como vehículo de intercambio pero jamás está en contra del mercantilismo o del capitalismo o siquiera de un sistema económico, el cual de hecho defiende. Lo que busca es que se apliquen una serie de reformas que sean de aspecto internacional, multicultural y étnico, las cuales, son propuestas a lo largo de su obra y se pueden aplicar en todo el mundo, de forma rápida y sencilla y que afectan solamente al dinero como medio de compra-venta de bienes y servicios sin desestabilizar la economía mundial. (Gray, p. 25). 

Gray nos dice que los 4 pilares sobre los cuales descansa la economía son la suficiencia de tierra, los medios para asegurar el incremento constante de capital proporcional a las necesidades de la población, la capacidad de intercambiar al instante labor por labor y los trabajadores mismos como modificadores de la naturaleza y creadores de los bienes. Es sobre estos 4 pilares que un Estado debe construir su economía, sin embargo no podemos olvidar que la gran mayoría de ellos se encuentran en manos privadas así que para cambiar al sistema de intercambio se requiere una serie de reformas desde el Estado que ayudarán en la administración de los recursos y la producción de los bienes. Estos organismos estatales son descritos en el capítulo III.

The Social System

En el capítulo III nos describe una serie de instituciones necesarias para la organización productiva, elementos que no discutiremos a detalle en este trabajo pero que tienen un corte utópico; la creación de una Cámara Nacional de Comercio la cual tendrá el control total y absoluto de los bienes, industrias, formas y modos de producción, pagando al antiguo dueño una renta equivalente al valor del mismo, tenga producción o no, repitiendo el proceso con el trabajador (tenga o no empleo) aunque a una escala menor. Sin embargo el punto que nos interesa se encuentra en el mismo capítulo, en el punto IX (pág. 33) donde dice:

“que todas las cuotas y salarios sean pagados con dinero sin valor intrínseco, que el precio de las commodities consista primero en el costo del material, segundo el pago de mano de obra y tercero consistente en un porcentaje o ganancia lo suficiente para asegurar un incremento gradual y rápido del capital y que sea suficiente para pagar todos los gastos de renta, interés de capital, salarios, devaluación de inventario, labor improductivo, incidentes y todos cargos nacionales.”

Primero: ¿Qué es una commodity? Para el caso entendemos commodity (commodities en plural) como el producto necesario para la subsistencia y/o para el placer y que puede ser producido por la industria o el trabajador. Marx identifica esto con la mercancía, aunque procede a un análisis más profundo que Gray jamás alcanzará. Segundo: ¿Qué intenta decir con esto? Bueno, que el pago por trabajo ya no se vería hacer por dinero sino por otra cosa, algo más fácilmente intercambiable. Y es justo en el intercambio donde, según Gray, nos hemos equivocado ya que seguimos usando dinero como el medio de intercambio: “Existe una deficiencia constante de dinero y una necesidad de adquirir bienes con dinero […] En resumen, el dinero, como se usa en el presente, es meramente una commodity, el precio del cual sube o baja, como cualquier otra commodity, en proporción a que la demanda sea grande o pequeña […]” (Gray, pp. 59-60). Es este el punto importante de la obra de Gray, dejemos de usar el dinero como se ha usado hasta ahora ya que no es una medida estandarizada, es una medida con fluctuaciones. Si convertimos el dinero a un certificado con valor oficial y estandarizado de valor que contenga el tiempo de trabajo así como el valor de cambio, creará una base estable que aumentará la capacidad de adquisición de bienes y por ende aumentará la demanda. La producción deberá aumentar para compensarla y, ergo, se necesitarán más trabajadores. Es un sistema a prueba de tontos.

En muchos sentidos esta afirmación es contraria a las ideas de Marx y como lo explica él mismo, Gray inventa una serie de relaciones directas entre la mercancía y el trabajo, especialmente el tiempo de trabajo requerido para su producción pero no toma en cuenta la enajenación universal en el proceso de trabajo, además Gray supone que el tiempo de trabajo invertido en la producción de la mercancía es inmediatamente social y no toma en cuenta que toda mercancía tiene dos valores: valor de uso y valor de cambio. Es decir: “Los productos deben ser producidos como mercancías, pero no intercambiados como tales” (Marx, pág. 71).

Encontramos dos problemas con la transformación propuesta por Gray, la primera de ellas es que se necesita una entidad que asigne estos valores de forma oficial, para lo cual según Gray se requiere la creación de un Banco Nacional que sea el encargado de asignar los valores y revisar las cuentas de la ya mencionada Cámara Nacional de Comercio. Esta entidad autónoma que no tiene regulaciones y es encargada de recibir toda la mercancía, emitir todos los certificados (dinero) y regular la producción. No es necesario ser un liberal extremista para entender que este organismo sería corrupto en poco tiempo. La segunda de estas problemáticas se encuentra en la asignación del valor de las mercancías en su relación trabajo-costo. Marx entiende que se requiere separar el “valor de uso” del “valor de cambio” de las mercancías, aunque ambos tengan un equivalente monetario no tienen el mismo uso y ciertamente su valor es distinto. Para Gray ambos están encerrados dentro del proceso de creación y por ende pueden ser canjeados por una unidad única de dinero, lo cual es imposible ya que los factores que intervienen en el proceso de manufactura o servicios y las formas de explotación son diversas.

Creo que podemos concluir con que la idea de Gray de usar una unidad monetaria basada en el tiempo laborado y no en el mercado es revolucionaria y no es tan diferente a lo que Marx propone, sin embargo, su análisis es incompleto y como dice Marx (Marx, pág. 73) reduce el socialismo a una mera discusión entre mercancía y dinero, convierte la mercancía en el núcleo central y no el producto del trabajo.

Regresando a la idea del tiempo como unidad monetaria, es una gran idea y algo de tiempo de consideración, puede ser algo que traería estabilidad a los mercados y que permitiría la eventual desaparición del papel-moneda como sistema de intercambio que siempre ha sido una forma arbitraria y volátil de conducir la economía.

La idea ha permeado en más de un ámbito, en 2011 un filme americano de ciencia ficción nombre In time básicamente exploró la idea del “tiempo” como el sistema de intercambio. Obviamente es una producción creada para ser monetizada y no un análisis profundo, así mismo la obra “Repent, Harlequin!” Said the Ticktockman se nos presenta la figura del Master Timekeeper (Señor Guardián del tiempo) quien tiene la capacidad de quitar tiempo como medida de castigo al trabajador que llega tarde. En ambos casos vemos el tiempo como unidad de pago, como unidad de castigo, aunque claro no existe esta correlación con el modo de producción podemos ver que la idea de usar el tiempo como unidad de medida es algo que ha permeado el imaginario desde hace mucho tiempo en más de una forma.

Tiempo como pago ocurre; pregúntale a cualquier freelancer.

Tenemos que seguir trabajando en la forma de intercambio, algo que Marx indica cuando nos habla de los Medios de Circulación, cuando nos dice que el proceso de resolución de conflictos del dinero se resuelve cuando se completa el proceso de adjudicación de precios y el oro ha adquirido su carácter dinerario. La relación tiempo-dinero debe ser explorada con detalle y, parece ser, que ahí se encuentra la respuesta a nuestros problemas.

Sin embargo, es poco probable que la cuestión sea resuelta en un artículo de este tamaño; es necesario realizar una obra de la envergadura de El Capital solamente dedicado a la cuestión monetaria (y posiblemente numismática) para entender la situación monetaria y para ofrecer una solución a la volatilidad monetaria moderna, sin embargo Gray dice (aunque en subtexto) algo importante: el dinero es una construcción social, no estamos atados a ello y podríamos encontrar una mejor forma de medir riqueza y trabajo, tenemos que hacerlo, la humanidad depende de ello.

Bibliografía

Fonseca, G. L. (n.d.). The History of Economic Thought. Consultado desde John Gray, 1799-1883.: http://hetwebsite.net/het/profiles/gray.htm

Gray, J. (1831). The Social System: A treatise on the Principle of Exchange. Edinburgh: Longman.

Marx, K. (2008). Contribución a la crítica de la economía política (9 ed.). (J. Tula, L. Manes, P. Scaron, M. Murmis, & J. Aricó, Trads.) Ciudad de México, México: siglo XXI Editores.

Categorías

Cultura, historia

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