Equilibrium y la sociedad libriana
Por Abigail Sánchez
El utilitarismo negativo nos habla acerca de prevenir el mayor daño posible al mayor número de personas o bien crear el mayor daño posible al mayor número de personas ya que es más fácil crear daño que bienestar, todo con el fin de tener resultados benéficamente útiles, pero ¿Útiles para quién?
Bajo esta idea se rige Libria, en donde después de la tercera guerra mundial es necesario acabar con las injusticias, con la guerra y la masacre. Buscando la raíz, encontraron que la causa no era la humanidad, por el hecho de ser humanos, sino lo que les hacía ser humanos, o sea las sensaciones y los sentimientos. Entonces era preciso despojarlos de ellos, ya que si una persona no puede sentir ningún tipo de sentimiento no reaccionara ante ellos, ni modificarán su conducta, es decir, no habrá trifulcas ni disputas erigidas por odio u envidias por lo tanto será una victoria para la paz y soberanía de las naciones.

¿Pero es esto cierto? La idea hobbsiana acerca de que las personas son malas por naturaleza y lo serán hasta que se les obligue a lo contrario, nos indica que revocar las sensaciones no serviría de nada ya que la naturaleza primitiva del humano saldría a flote en cualquier momento, el ejemplo más claro es el genocidio causado por el Tetragrammaton a los miembros de la resistencia y los infractores sensoriales, siempre que hay una guerra es porqué a ambas partes les parecen justa sus razones y no comparten las del contrario, justo como se observa en la rivalidad del régimen ejercido por el papa y la resistencia, como vemos el ciclo no se rompe aun a pesar de la disolución de la emociones.
Se tiene, pues, que las emociones y sensaciones no son la única causa del agravio hombres con hombres, sino el poder, el poder corrompe y corroe los principios del hombre, la hegemonía de las relaciones de poder unilateral es la perpetuación de las relaciones de dominio y explotación.

El adoctrinamiento de los infantes queda desvelado en la adultez cuando todos los miembros de la sociedad libriana son el excelente engranaje para que las minorías que no compartan la forman hegemónica del pensamiento universal queden relegadas. En este caso la resistencia se encuentra en el subsuelo donde con ímpetu resguarda el arte y la cultura, hecho que es totalmente ilícito pues resguardan no sólo objetos, sino el recuerdo de los tiempos pasados; el objeto material del sentir humano, elementos riesgosos para la conformación del poder.

Es justamente este el punto clave que comparte con Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, la eliminación del arte para la disolución de las sensaciones humanas, sin embargo la diferencia radica en que en la sociedad del libro de Bradbury no busca una paz social por razones bélicas, si no la paz es para mantenerlos alienados, no quieren libros ya que estos les obligan a pensar y razonar, sin embargo les dotan de entretenimiento las 24 horas del día para que se mantengan ocupados.
No es difícil imaginar un futuro así en la sociedad actual e inclusive no es equivocado afirmar que nos encontramos envueltos en una situación similar. Las redes sociales, los mass media y los videos juegos mantienen a la sociedad alienada, llena de entretenimientos ya que como describe Bradbury, la cultura no fue arrebatada fue abandonada. En las sociedades que se niegan a pensar es fácil ocultarles la realidad.
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