Host: el terror en tiempos de pandemia y home office
Por los hermanos caradura
Sí el 2020 fuese un filme, sin duda sería uno de terror; para títulos, muchos; de entre estos el que podrían usarse sería “el confinamiento” calzaría perfecto, y junto con él, una sinopsis que rezaría: “un virus ha atacado el mundo y la humanidad trata de sobrevivir escondiéndose en sus casas pero no saben que dentro está el peor enemigo, ellos mismos”; vale, que nos estamos poniendo un poco extremos, sin embargo, sí existe una película de terror ambientada en este año fatídico que vivimos y que además, su argumento se centra en la cotidianidad actual de muchos de nosotros: la comunicación, trabajo y hasta socialización vía videoconferencias. No nos dilatemos más y vayamos a la cinta de terror “host”.
La película esta dirigida por Rob Savage, un director que no ha brillado mucho pero tampoco es lo peor que el mundo cinematográfico nos puede ofrecer, además, es su primer filme del género terror. El guion es también de Rob Savage que junto a Gemma Hurley y Jed Shepherd nos entregan una historia creíble, bien hilada y medianamente competente.
La trama y la cinta gira alrededor de un grupo de amigas que, en medio de la pandemia de Covid-19, deciden juntarse por medio de una plataforma de videoconferencia para platicar y hacer una “llamada al otro mundo” lamentablemente el espíritu que contactan no está del todo contento y comienzan a ser perseguidas por lo que tendrán que hacer frente a esta amenaza sobrenatural.

El subgénero al que se adscribe “Host” es el conocido found footage, para quiénes desconoces el término, bueno, basta recordarles películas como “Rec” o “La bruja de Blair”. Dicho la anterior nos vemos en la necesidad de hacer dos aclaraciones: una, que este tipo de películas hay que verlas con mente abierta, ya que pueden llegar a desesperar las acciones tomadas por los personajes; y dos, que “Host” echa mano de otros recursos cinematográficos (algunos le llaman al subgénero: terror de escritorio o películas de escritorio) para dar continuidad a la trama y que no necesariamente cumple a rajatabla con la definición de un found footage. Ya con esto aclarado, creemos que toda buena película de terror es aquella que incrusta el horror en la cotidianidad proponiendo que a cualquiera nos puede suceder lo que vemos en pantalla o sentirnos reflejados en el filme y es en esto en donde “Host” engancha, pues el tema de la videoconferencia es algo que vivimos a diario proponiendo que incluso en nuestras casas y en una plataforma digital, las cosas se pueden poner de susto.

El filme es corto, poco menos de una hora, que pese a antojarse corta, el director y los guionistas supieron cerrar a tiempo la trama sin necesidad de rellenar con “paja” para estirar la cinta más allá de estos 57 minutos que vemos en pantalla. Las actuaciones son buenas, los efectos competentes y el montaje es genial, tomando en cuenta que se grabó en la plataforma de Zoom y que no se notan tanto las costuras de la edición.
Es por todo la anterior que en La Isla de Minerva le damos tres y media plumas mochueliles, siendo una película obligada para todo amante del terror y que está en busca de nuevos aires en el género.
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