¿Qué es la Fast Fashion en China?: el impacto nacional de una industria
Por Lía Xu
Un tema que se ha vuelto tendencia por ser actual y global es el fast fashion—moda rápida, en español—. Si bien, este fenómeno tiene repercusiones sociales, también las hay medioambientales, económicas y culturales. A pesar de haber surgido desde hace ya muchos años, viéndose afectada por sucesos relevantes para la moda, en general; como lo fue la invención de la máquina de coser, en 1790 o el acuñamiento del término prête-à-porter—listo para llevar, literalmente— por Pierre Cardin, deja de pasar desapercibida con su presencia en Bangladesh. Sin embargo, en este artículo se hablará, en mayor medida, de la aparición del fast fashion en China.

Este país resalta por ser, no sólo uno de los principales productores, sino también un importante consumidor. El desarrollo del término francés previamente mencionado es lo que da explicación a la esencia del fast fashion. Que prête-à-porter signifique “listo para llevar” tiene mucho sentido, ya que este sector de la industria de la moda es muchas veces entendido como la máxima expresión del consumismo. Lo anterior es gracias a que, en la actualidad, las tendencias pasan muy rápidamente y la gente emplea más tiempo y dinero en su aspecto, lo cual incluye las prendas que viste. Adicional a eso, cabe destacar que, detrás del producto final, hay una cadena de producción sumamente grande, que influye sobre ámbitos como el medio ambiente, la economía y situaciones sociales, como la explotación laboral o el trabajo infantil. No hay que olvidar que, a pesar de ser una industria presente en China, no es el mismo sector poblacional quien lleva a cabo ambas acciones. Se trata de un tipo de comercio que sujeta al país a la pobreza.

Se puede decir que, aunque China ya era un relevante productor, es a partir del inicio de la década de 2010 que el fast fashion se introduce en este país para jugar un papel protagónico, también en términos de consumo. Es entonces que se introducen numerosas sucursales de grandes marcas, como Zara o Uniqlo; con esto, la forma de consumo se ve modificada y una versión más amplia del comercio comenzó a ser representada. Al ser esto una evidencia de la existencia de la globalización es posible ver cómo tiendas como Zara, siendo española, se vende significativamente en países que, geográficamente, le quedan lejanos, como China.

Por otro lado, respecto a la reputación que China tiene como productor de ropa, usualmente se cae en el prejuicio de que, al traer la leyenda de made in China, significa que el producto es barato y de mala calidad. Es por eso que, al atestiguar un crecimiento tan importante en el fast fashion, China se ha propuesto el reto de modificar la perspectiva que se tiene respecto a lo hecho allí. Con ayuda de tácticas que vayan en contra de la esencia de esta moda rápida, como la mala calidad de los productos que orillan al comprador a no poder salir de un círculo vicioso en el que no se puede dejar de comprar. Esto deja claro que, como todo, la moda también es un sector que puede renovar siempre su concepto.
Fuentes de consulta:
Juy, Aylín, Juy, Lía, Orozpe & López. (Anfitrionas). (2020). EP 5 Lifestyle:
“Fast fashion: el papel de Asia en la industria de la moda”. En Asia a tu alcance.
Recuperado el 26 de noviembre de 2020
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