La experiencia estética en la Improvisación de Contacto
Por Alejandra Ávila Pérez
La Improvisación de Contacto (IC) es una danza posmoderna, que surgió a principios de la década de 1970 en Estados Unidos, como una forma de romper con los cánones de belleza y rigurosidad en la danza, según las nuevas ideas del arte en la época. La IC es experimento dancístico, de artes marciales y acrobacia, se caracteriza por el contacto corporal y la exploración del movimiento en libertad, es decir improvisado. Se ha definido como la exaltación de los sentidos, los instintos y la intuición, pues está basada en la percepción de la gravedad, del moverse a través del espacio, de la piel y su contacto con otros cuerpos. En la IC estos estímulos que son tan cotidianos, tanto que incluso no son percibidos, son el objeto de la danza. Esta práctica descotidianiza el ir y venir del cuerpo y de su tacto, siendo objeto artístico por su capacidad de romper con la cotidianidad del movimiento.

Se distingue por el improvisar, las danzas tradicionales recurren a coreografías estudiadas de forma que contengan siempre movimientos bellos, los cuales son memorizados y mil veces ensayados; en cambio la IC está despojada de coreografías, teniendo como movimiento base la improvisación, sin frases ensayadas, sin movimientos memorizados, inclusive dice Steve Paxton, pionero de la IC, que está desprovista de una memoria muscular, pues al ser la precisamente improvisación, el cuerpo no tiene una memoria muscular de los movimientos, ya que éste responde a estímulos inesperados: desde caídas, suspensiones, saltos, velocidades, rotaciones, invitaciones, etc. El danzante de IC debe mantenerse siempre en estado de alerta, pendiente de las percepciones de sus sentidos, es imposible estar en actitud cotidiana. Siendo objeto paradigmático de la percepción, pues, si bien, el movimiento es parte de la vida del ser humano, poco estamos al pendiente, tanto de los estímulos a nuestro cuerpo, como de la forma en que respondemos a tales estímulos. Por el contrario, en la IC el estímulo es el que determina el movimiento, el que alimenta la creatividad y te motiva a ver en el movimiento un juego en una forma diferente de estar.
Roman Ingarden en Valor artístico y valor Estético, señala que el objeto artístico, no está terminado, sino que tiene espacios de indeterminación, los cuales el observador completa dando pie a la experiencia estética, “Toda obra de arte […] tiene el rasgo distintivo de no ser la clase de cosa completamente determinada en todos sus aspectos por las variedades de primer grado de sus cualidades, es decir, contiene en sí características lagunas de definición, zonas de indeterminación […] como consecuencia de ello, la obra de arte requiere un agente existente fuera de ella. Es decir, un observador, que la haga –según mi experiencia– concreta” (Osborne, 1976). La IC en sí misma tiene estas lagunas de definición que la hacen interactiva. La danza efectiva de contacto sólo puede darse como tal, cuando dos cuerpos están en contacto, en espera de una propuesta de movimiento, en IC es necesario que con quien se baila complete de cierta forma la danza, pues el bailarín necesita de un estímulo que lo invite a moverse, sin estímulo no hay danza. Por ejemplo, un cuerpo está de pie esperando algún estímulo, de repente hay un toque en el brazo invitando a levantarlo, el otro cuerpo se posa bajo el brazo sugiriendo su cuerpo como apoyo para que el otro cuerpo deposite su peso, y posteriormente seguir con el fluir del mover hasta donde los lleve; esta danza no podría darse sin un cuerpo que complete, inicie, continúe y sugiera el contacto.

Así, no sólo para iniciar una danza sino para mantenerla, ambos cuerpos siempre están completando un discurso fluido de movimiento. Sin un cuerpo que responda al movimiento, que complete una idea, que sugiera otra no hayIC pues el contacto y la danza siempre están en potencia, la IC siempre se tiene que hacer, hay siempre que completar la danza por medio de la escucha, cada segundo, cada nueva situación en el mundo debe ser completada y creada, debe ser improvisada en un movimiento que sea efectivo. Cuando se da lugar a un discurso de movimiento efectivo, existe la Improvisación de Contacto, una danza efectiva es aquella que puede fluir de mantera natural según la forma en la que sabemos movernos, fluido en ocasiones es movimiento bastante circular, giros, caídas en espiral. Efectivo es cuando no existe resistencia al movimiento, cuando el cuerpo y la mente del bailarín están en estado de flujo. No es un no pensar, pero se le parece, es un dejar de analizar para poder ser, sin un patrón determinado, sólo moverse.

Ingarden señala que el completar es trabajo del observador, por ejemplo, en una obra literaria el lector completa todos los huecos de indeterminación, todo lo que el autor no dice, los pequeños detalles que, si bien son intrascendentes para la historia, no lo son para la obra. Lo interesante es que en la IC quien completa no es el observador, no es un externo el que le da concretud a la obra, sino que son los mismos danzantes los que construyen y padecen el objeto artístico, el bailarín no sólo es creador de la obra de arte, sino que también es quien completa la obra.
La Improvisación de Contacto, entonces parece ser, la más completa de las obras de arte, pues si bien es objeto artístico, que descotidaniza nuestra forma de estar en el mundo, también se completa a sí misma, sucediendo en esta el mismo acontecer de arte. Es objeto y experiencia estéticos para quienes la danzan. En la IC no se necesita del observador que complete la obra, sino que la misma actividad lleva al contactero a la experiencia estética de completud, a la vez que en su danzar se constituye el objeto artístico, haciendo y siendo arte.
Referencias
- Enciclopedia de la danza, Breve historia del Contact Improvisatión. Recuperado de: http://www.elitearteydanza.com.ar
- Osborne, H. (1976). Estética, México, Fondo de Cultura Económica.
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