Jim Morrison: orígenes e influencia que dejo en sus seguidores
Por Jorge Luis Alcocer Bernés
Jim Morrison el líder de la banda norteamericana The Doors, transmitió a sus seguidores un impulso increíblemente inusitado, debido a su comportamiento y creatividad.
El ensayo que presentamos tiene la finalidad de entrever el pensamiento y orígenes de un comportamiento que influye en las personas y permanece como un legado en su proceder.
Para ello tomaremos como referencia la lectura de Jim Morrison y los escritos de Freud en donde analizó estructuras mentales y esquemas que describen el pensamiento humano.
Jim Morrison escribió canciones que eran poéticas y describían una búsqueda interna de libertad, curiosamente, en ellas, poco se habla de amor que es, el sentimiento que simboliza y sensibiliza al ser humano.
Sus conciertos contenían comportamientos frenéticos, obscenos, una mezcla de incienso, sudor y mariguana y en ellos, se conformaba una especie de hermandad donde sus seguidores compartían los mismos elementos, valores, símbolos, etc.
P. Fournier
La situación que se vivía en aquel entonces era caótica; la guerra de Vietnam, la reelección de Richard Nixon como presidente de EUA, etc., fueron factores que influyeron en la sociedad norteamericana y esto a su vez repercutió en los jóvenes y adolescentes de ese país, quienes, en su obscuro túnel de confusión, encontraban identificación en líderes irreverentes, extrovertidos, sin inhibiciones, confrontadores, como lo fue Morrison. Es de llamar la atención que, a casi cincuenta años de su muerte, persiste en la memoria de personas que vivieron de esas experiencias con él y también de personas que solo saben lo que ocurrió.
Vale recalcar que otros personajes en la historia antigua y actual siguen emitiendo patrones de conducta que son vigentes, podemos mencionar a representantes de religiones como Jesucristo, Buda, El Dalai Dama aun de los muchos años que hayan pasado, o personajes en la política como Hitler, Trump, Obrador, etc. Estos líderes con comportamientos distintos y significados diferentes cuentan con seguidores que ven en ellos, la identificación y sentimientos profundos de culpa.
En 1913 Freud escribe su obra Tótem y tabú <<para la versión hebrea hizo un prólogo especial>>; menciona que los aborígenes que viven en Australia no tienen ningún tipo de regla, a excepción de evitar relaciones sexuales incestuosas, entonces tiene lugar el totemismo. En el texto del libro se mencionan dos premisas totémicas, una es que no se matará al animal totémico, y la otra es la prohibición del incesto. Esto se traduce en las religiones en el sentido que, si muere el líder, se enaltece como padre muerto, y por lo tanto hay un padre idealizado.
El tótem es en primer lugar el antepasado de la estirpe, pero además su espíritu guardián y auxiliador que le envía oráculos; aun cuando sea peligroso, conoce a sus hijos y es benévolo con ellos. De tiempo en tiempo se celebran fiestas donde los miembros del clan totémico figuran o imitan, en danzas ceremoniales, los movimientos y cualidades de su tótem.
(Freud, Tótem y tabú, 1913-1914, pág. 12)
Por otra parte, Freud en su texto de Psicología de las masas y análisis del yo, menciona que el niño se identifica con el padre y quiere ser como él; esta elección de objeto es antes de una elección sexual.
Pero hay otro caso y es sobre la formación de síntoma en el que la identificación prescinde por completo de la relación de objeto con la persona copiada. Este mecanismo es sobre la base de poder o querer ponerse en la misma situación, y se identifican sin que exista empatía.
(Freud, 1921, pág. 100)
Menciona Freud que uno de los “yo” ha percibido en el otro una analogía en un punto y luego se identifica en ese punto.
Ahora bien, en el caso que nos concierne de Jim Morrison, los conciertos se caracterizaban por un gran despliegue de energía y una inmensa identificación con su audiencia; por otra parte, y posterior a su muerte, es frecuente ver la cantidad de “peregrinos” que visitan su tumba y clasificados en dos grupos, realizan ceremoniales tales como tocar la guitarra, recordar canciones y poemas, usar vestimentas que recuerden lo que fue, etc. Ahora bien y en retrospectiva a los líderes religiosos y políticos mencionados anteriormente, el comportamiento de sus “fieles” contiene el mismo patrón; y la pregunta es ¿qué es lo que sucede y porque se repite y en circunstancias y tiempos distintos? En términos psicoanalíticos no existe vínculo afectivo, es un contagio psíquico ya que sin conocerse entre sí se conectan y participan con el mismo pensamiento con la misma ideología; se enriquece la comprensión de la sicología colectiva y se explica la sumisión al líder porque los individuos colocan a una misma persona en el lugar de su ideal del yo y luego se identifican entre sí y su yo.
Bibliografía
Freud, S. (1913-1914). Tótem y tabú. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S. (1921). Psicología de las masas y análisis del yo. Buenos Aires: Amorrortu.
P. Fournier, C. M. (s.f.). En ritos de paso. Arqueología y antropología de las religiones. México: Promep-Conaculta-Enah.