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Una noche de celebración, camaradería e inclusión. Así se vivió la vigésima quinta entrega de premios de la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT).

Por Sánchez García Alejandra Abigail

El Teatro Esperanza Iris volvió a abrir sus puertas para celebrar las Vigésima Quinta entrega de los premios Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT). La premiación reunió a grandes actores del teatro y productores, así como a aquellos que apenas comienzan en las artes histriónicas. El ambiente festivo se contagió entre los asistentes y la ACPT por celebrar también su 25 aniversario con un trabajo ininterrumpido.

Tras pasar el silencio que provocó la pandemia de COVID-19, el teatro vuelve poco a poco a ser un arte presencial, el punto de reunión de decenas de visiones que le hacen crecer y ser indispensable para la continua evolución de la cultura en México. Aunque todos los asistentes estaban alegres por la oportunidad de reintegrar al teatro como siempre ha sido, la ACPT le rindió un merecido homenaje a la virtualidad y todos los aprendizajes que conllevó la reinvención de las artes teatrales para que todas las personas pudieran seguir teniendo acceso a él.

La nueva normalidad dejó también en evidencia dos cosas, la precaria situación de quienes se dedican a las artes y la dificultad con que tuvieron que sobrellevar la suspensión del teatro, por otra parte, dejó ver la unión y el desempeño  de una comunidad que trabajó y trabaja en conjunto, como hormigas, para sacar adelante aquello que les alimenta el cuerpo y el alma. Con este preámbulo, es fácil entender el ambiente que regía dentro del Teatro de la Ciudad; la camaradería, la inclusión y el sentimiento de comunidad, fueron los elementos de los que partió esta celebración.

Para comenzar la premiación, se reconoció el trabajo y la trayectoria de dos extraordinarias figuras de la actuación en México. La primera actriz que ha trabajado a lo largo de mas de 50 años, Adriana Roel  y Héctor Bonilla. Un actor que, en palabras de sus compañeros, es una persona que demuestra que el virtuosismo puede hermanarse con la generosidad. Ambos estuvieron indispuestos, sin embargo, el productor, actor y cantante Benny Ibarra, fue quien recibió el premio del primer actor con un conmovedor discurso en el que reconocieron sus logros, profesionalidad y talento.

Los primeros premios fueron entregados a las caras nuevas de actores y actrices que entran a la esfera teatral con el pie derecho, en la categoría de revelación femenina y masculina fueron premiados Dano Ramírez por Corazón Gordito y Ulises Galván por Beautiful Julia. Para presentar las posteriores categorías, éstas se fundieron en una sola y los presentadores hablaron de un teatro transgénico en el que tres géneros teatrales se mezclan “genéticamente”, de esta forma los monólogos interpretativos, el teatro de jóvenes audiencias y el espectáculo de cabaret fueron puestos en escena en una mezcla satírica que galardonó a Diana Sedano por Tornaviaje, Once Once producciones por Corazón Gordito y La Cría, el musical, por las categorías respectivas.

Ahora bien lograr que los discursos extranjeros se vuelvan una extensión del idioma propio es una labor difícil, poder traducir las imágenes de un idioma a otro y hacer que las metáforas sean entendibles para una audiencia concreta es un gran reto, eh ahí la importancia de la traducción, por ello se reconoce y se premia. En esta ocasión quien se llevo el reconocimiento fue Miguel Septién por su gran trabajo en The Pillowman. Por otra parte, el Colectivo Leviatán obtuvo el reconocimiento de Dramaturgia Mexicana y Pablo Chemor por Novecento.

Durante la mayoría de los discursos se respetó y se habló con lenguaje inclusivo, tratando siempre de incluir a todas las divergencias sexo genéricas. Debido a esto discursos como los de Alfonso Borbolla, premiado como mejor actor de soporte por The Pillowman y María Penella Actriz de soporte en musical por Casi Normales, fueron tan llamativos. El primero habla de la camaradería entre todas, todos y todes, lo mismo sucede con María Penella quien agradeció a los “Critiques y periodistes de teatro” y relacionó su discurso con la salud mental, tema central de su obra musical. Es importante resaltar como este círculo respeta la diversidad y le vuelve un tema fundamental para relacionarse con el otro. En una realidad tan apremiante como la de hoy, que pone a discusión la identidad, el que ellos velen por el respeto de ella, es de suma importancia e invita a más personas a reflexionar sobre el tema.

Para reforzar el discurso incluyente que posee la ACPT y los actores de teatro, se galardonó al Teatro UNAM, el premio fue recibido por el equipo de Juan Meliá director de esa instancia. Se reconoció su esfuerzo por romper con el discurso de los medios de comunicación acerca de llevar las narrativas mexicanas por el camino de los estereotipos de pobreza, bajo perfil intelectual y prejuicios racistas. A demás agradecieron a la institución por poner sobre la mesa temas como perspectiva de género, el reconocimiento de las otras realidades, de los colectivos LGBTTTIQ+, la violencia de género y la diversidad. Invitan a repensar que toda forma de discriminación es violencia y cualquier tipo de violencia debe ser erradicada.

Los penúltimos premios fueron los de mejor actor y actriz principal. Las grandes actrices y actores son capaces de llevar al público a lugar recónditos e insospechados con tan sólo una interjección u onomatopeya, los buenos actores son capaces de hacer sentir al espectador el dolor por el que su personaje atraviesa de ahí la importancia de esta categoría, la cual ganaron Cassandra Ciangherotti por BlackBird y Cristian Magaloni por Himmelweg.

Por otra parte las categorías de actor y actriz principal en Musical fueron otorgadas a Ariel Miramontes por Sugar y por Casi Normales a  Susana Zabaleta, quien no pudo acudir y su premió fue recibido por María Penella y Jerry Velázquez. El premio a mejor musical fue otorgado a Chicago El Musical y el reconocimiento a mejor obra del año se lo llevó  The Pillowman, obra que en total se obtuvo cuatro premios, siendo la obra que arrasó la noche.

La reunión de la ACPT no fue sólo con motivo de la premiación, si no también un acto para conmemorar 25 años de arduo trabajo y labor en los escenarios teatrales. Mediante tres musicales expresaron la alegría por tener la oportunidad de seguir vigentes, el primero corrió a cargo de Nohemí Espinoza haciendo una magnifica interpretación de Happy Birthday Mr. President, el segundo fue llevado a cabo por Dai Liparoti con la composición y arreglo musical de Analí Sánchez Neri y finalizaron con la interpretación de “Soledad” de Nación Primordial por primera vez en español a cargo de Ícaro Teatro. También fue invitada a dar un discurso la titular de la Secretaría de Cultura Vanessa Bohórquez López. Agradeció el trabajo de quienes se dedican a este arte y mencionó el apoyo y compromiso de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo a las artes escénicas.

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Arte, Cultura

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