Ya lo pasado, no es pasado… la novela de Art Spiegelman
Por Santiago Miranda
“Sin duda la lección más grande de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”
-Anónimo
Dos guerras mundiales, decenas de choques entre bloques, cientos de revoluciones, miles de insurgencias, millones de guerras y aún no hemos encontrado un camino que nos guie a la paz y a la certeza. Tenemos un ejemplo contemporáneo muy claro, el conflicto Ruso-Ucraniano, y es que es impresionante que en un mundo en el que el acceso a la información es tan sencillo y nos hayamos desarrollado tanto como sociedad, se nos olvide la historia.

Que no se me mal entienda, tenemos presentes algunos hechos de relevancia histórica reciente que es imposible no ver, cosas tangibles, como los teléfonos celulares, tabletas o computadoras, objetos que hace 50 años la gente no tenía, objetos que son más fáciles de ubicar. En cambio, no siempre tenemos presente momentos históricos que revolucionaron por completo el mundo, como lo es la revolución francesa o la caída del muro de Berlín, cuyas consecuencias las vemos, mas no racionalizamos que sus consecuencias provienen de esos hechos.
Aunque pudiera parecer que el conflicto de Rusia y Ucrania no tiene nada que ver con olvidar la historia, lo tiene todo que ver, y es que desde la Segunda Guerra Mundial, la población europea no sentía un verdadero miedo por ser invadidos, ahora no solo sienten el miedo, sino que las invasiones son verdaderas y es nuestro trabajo no solo cambiar nuestra foto de perfil a la bandera de Ucrania en redes, sino que es nuestra labor como sociedad mantener presente en la memoria colectiva, la historia; específicamente eventos tan determinantes y trágicos como las dictaduras militares, revoluciones, el holocausto y los genocidios, con un simple propósito, que el patrón no se repita, como ocurre en la actualidad.
La lista de Schindler, El niño con el piyama de rayas, La vida es bella, todos estos son clásicos que nos tocan y llegan al corazón por un motivo muy sencillo, sabemos que ocurrió de verdad y nos confirma que “la realidad supera la ficción”, es importante lo que nos hace sentir, pero más el porqué; y es que como ya mencioné, tenemos que conocer nuestro pasado para avanzar al futuro.
Sin duda los libros y las películas es de lo mejor para conocer nuestro pasado, así que para que no te choques consumiendo el mismo contenido de siempre, te voy a proponer un libro que recientemente leí y te aseguro que cambio mi percepción del holocausto y la manera en la que se narra la historia por completo.
Es un libro que se lee de una manera ligera y sencilla, es como si fuera un cómic escrito e ilustrado por uno de los mejores ilustradores de nuestra época Art Spiegelman Maus. En el libro, nos narra la historia de su padre, un sobreviviente de del holocausto y la segunda guerra mundial, nos plática con dibujos la historia de cómo sus padres se conocieron, como es que ya formada una familia se enfrentan a las atrocidades del partido nacional socialista y Hitler, como es que por más que lo evitaron, llegaron a Auschwitz y lo sobrevivieron para finalmente establecerse con los pocos miembros sobrevivientes en EE. UU.

Es un libro previo a la película de la Lista de Schindler y a la mayoría de los contenidos relativos al holocausto; es innovador, contundente y cien por ciento disfrutable, no te hace sufrir ni sentirte mal, por el contrario, es esperanzador y una lectura obligada hoy.

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